El biorritmo es el conjunto de ciclos biológicos que regulan funciones físicas y mentales en nuestro cuerpo que están condicionados por la presencia de luz y oscuridad, de día y noche.
La alteración de este biorritmo trae consecuencias que afectan a la salud física y mental de las personas que lo padecen, de forma que se impiden procesos de recuperación y regeneración en el cuerpo.
También se facilita el desarrollo de problemas como dolor crónico, alteraciones del ciclo menstrual, depresión o cuadros de estrés y ansiedad.
Regular nuestro ritmo cronológico nos ayudará a facilitar la recuperación de muchas patologías crónicas que tienen en la alteración del biorritmo uno de sus principales causas.
¿Qué es el biorritmo y para qué sirve?
El biorritmo es un periodo de tiempo cíclico y constante que marca el desarrollo.
Interfiere y regula una serie de procesos fisiológicos que influyen en nuestra bioquímica, conducta, estado físico, mental y emocional.
Existen diferentes biorritmos, y cada uno de ellos tiene un papel específico en funciones como el sueño, la producción hormonal y el sistema inmunológico:
- Circadiano (ciclos diarios).
- Ultradiano (ciclos de alta frecuencia).
- Infradiano (ciclos de más de 24 horas).
De todos ellos, nos quedamos con el biorritmo circadiano, que impulsa a nuestro reloj biológico interno y que está determinado por factores ambientales externos, especialmente por la presencia de luz y de oscuridad.
Los ritmos circadianos son responsables de regular funciones clave para nosotros como la temperatura, el metabolismo, el ritmo de producción de hormonas y una respuesta inmunológica efectiva.
De todos los factores, el que más influye en la sincronización de los ritmos circadianos y en el biorritmo en general es la luz, en concreto el espectro de luz azul.
Cuando la luz entra en nuestros ojos, estimula al núcleo supraquiasmático, que es una estructura del cerebro que actúa como maestro de orquesta hormonal.
La presencia de luz hará que a través de este núcleo se activen los procesos que hacen que se vierta cortisol a la sangre, que es esencial para tener energía y estado de atención cerebral.
Por otro lado, la falta de percepción de luz, esto es, la oscuridad, estimula la liberación de melatonina.
Esto no solo facilita el sueño, sino que es un potente antiinflamatorio y regenerador de tejidos y regula la actividad inmunológica en la noche entre otros procesos biológicos.
Este ciclo de día y noche, luz y oscuridad es fundamental para el equilibrio hormonal y emocional.
Una alteración de este patrón suele derivar en trastornos del sueño, alteraciones en el estado de ánimo y desequilibrios en la respuesta inmunológica y, por ende, en los procesos de reparación y regeneración del cuerpo.
De esta forma, podemos decir que mantener el biorritmo debidamente regulado impacta en la salud física y mental.
Beneficios de un biorritmo regulado
- Mejor calidad del sueño. Tener un sueño adaptado a las horas de luz hace que sea reparador y es esencial en el equilibrio emocional y función cognitiva.
- Balance hormonal. Respetar las horas de luz y oscuridad facilita la correcta producción de hormonas como el cortisol, la melatonina, las hormonas sexuales o la hormona de crecimiento.
- Optimización de la respuesta inmunológica. Ya que se mejora la capacidad de hacer frente a infecciones o a situaciones de reparación en tejidos dañados
- Salud mental. Mantener un biorritmo adecuado favorece una mayor estabilidad emocional y es una medida importante en la prevención de cuadros de depresión y ansiedad.
¿Qué tipos de biorritmos hay?
Hemos de hacer una diferencia entre biorritmo y cronotipo.
Biorritmos
Existen diferentes biorritmos:
Circadiano:
- Está regulado por la presencia de luz y oscuridad.
- Determina los estados de vigilia y sueño.
- Regula funciones como la temperatura corporal, la liberación de hormonas como el cortisol, la melatonina, hormonas tiroideas y de crecimiento.
- La alteración de este biorritmo se debe principalmente a la exposición a luz artificial en la noche, al uso de pantallas en la noche, falta de exposición a luz natural durante el día y a turnos de trabajo nocturnos, llegando a afectar a la salud física y mental.
Ultradiano:
- Estos ritmos no dependen de la luz sino que están determinados por necesidades energéticas del cuerpo.
- Ejemplos de ritmo ultradiano pueden ser:
- Ciclo de descanso y actividad, por ejemplo, descansar y recuperar tras realizar ejercicio físico.
- Ciclos de sueño en fase REM y no REM.
- Ritmo de alimentación.
Infradiano:
- Este ritmo hace referencia a fenómenos biológicos como el ciclo menstrual o a los cambios hormonales e inmunológicos que se dan según la estación del año (invierno-verano).
- Este tipo de ritmo es la función hormonal, metabólica y del estado de ánimo ya que pueden afectar a los niveles de energía y al desarrollo de trastornos emocionales como la depresión estacional debido a una menor exposición a la luz natural.
Cronotipos
En relación a los cronotipos, durante mucho tiempo se ha hablado de dos tipos en concreto: Alondra y Búho.
Aquellas personas catalogadas como “alondra” se definían como aquellas que con tendencia a despertarse temprano y sentirse más enérgicas y productivas durante las primeras horas del día incluso antes de que salga el sol.
Las etiquetadas como “búho” son aquellas con mayor preferencia a actividad en la tarde-noche, siendo estas las horas en las que se encuentran más productivos y despiertos. Son aquellos que tienen mayor dificultad para despertarse por las mañanas, les cuesta realizar actividades físicas o intelectuales a primeras horas del día.
Hoy en día sabemos que ambos cronotipos son alteraciones del biorritmo fisiológico en el que todos deberíamos despertarnos con la luz del día y no con el despertador.
La luz natural debe estimular al núcleo supraquiasmático que manda la señal a las glándulas suprarrenales para que se vierta cortisol a la sangre y esto nos de energía y mantiene al cerebro vigilante para realizar las actividades que debamos hacer.
Manteniéndonos activos física y mentalmente, exponiéndonos al sol y realizando nuestras ingestas durante el día, para que al llegar la noche vayamos a dormir.
No obstante, nuestros hábitos de vida, situaciones laborales, familiares y sociales impiden que esto sea así generando disrupciones en el biorritmo fisiológico.
¿Cómo saber cuál es mi biorritmo?
En base a lo comentado anteriormente, actualmente la tendencia es a catalogar a los biorritmos alterados como “adelantado” o “atrasado”.
Las características a través de las que podemos identificar a cada uno son:
Biorritmo Adelantado
Significa que el reloj biológico interno de la persona está adelantado en relación con los horarios fisiológicos de referencia del organismo marcados por las horas de luz y oscuridad.
Este tipo de personas suelen despertarse antes de que salga el sol, siendo su energía más alta desde primeras horas del día y durante la mañana y tendiendo a sentir sueño en la tarde-noche.
Biorritmo Atrasado
Nos dice que el reloj biológico interno de la persona está atrasado respecto a lo que fisiológicamente debería ser.
Son personas que tienen dificultad para despertarse y activarse por la mañana. A pesar de que vean la luz del sol no existe una respuesta de cortisol en sangre que les ponga en marcha.
Tienden a encontrarse mejor y más enérgicos a medida que van transcurriendo las horas del día, siendo su momento de mayor estado de energía y rendimiento en la tarde-noche.
Medidas básicas para ajustar nuestro Biorritmo
- Mantenerse activos física y mentalmente durante las horas de sol.
- Exponernos a la luz natural de forma frecuente.
- En la noche crear un ambiente de luz cálida en casa con bombillas rojas o anaranjadas.
- Evitar el uso de pantallas al menos 2 horas antes de ir a dormir.
- Adelantar la cena lo máximo posible, distanciándola del momento de ir a la cama.
EN RIBER Salud podemos ayudarte a ajustar tu Biorritmo
Las alteraciones del biorritmo suelen ser uno de los principales puntos de abordaje en aquellos pacientes que nos contactan en RIBER Salud.
Presentando patologías crónicas relacionadas con situaciones de estrés, insomnio, alteraciones intestinales, problemas de microbiota, dificultad en la recuperación de lesiones músculo-esqueléticas y procesos de dolor, entre otros.
Esto es así ya que los pulsos de secreción de determinadas hormonas interfieren en el desarrollo y en la recuperación de dolencias como las mencionadas anteriormente.
De esta forma, será vital sincronizar nuestro reloj interno con el biorritmo fisiológico para permitir al cuerpo desarrollar las funciones que son dependientes de la presencia de luz y de oscuridad de forma adecuada.
De otra forma, nos estaremos topando con una barrera en el proceso de funcionamiento y regeneración innata de nuestro organismo.
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