¿Qué es la Candidiasis Intestinal? Síntomas y Tratamiento Antonio Bermejo 22 enero, 2025

¿Qué es la Candidiasis Intestinal? Síntomas y Tratamiento

La cándida albicans es un hongo que forma parte de la microbiota de los seres humanos y que en condiciones normales actúa como un comensal más en las mucosas.

Son determinadas circunstancias que comúnmente actúan en sinergia las que facilitan que haya un sobrecrecimiento de este hongo tales como el estrés crónico, desequilibrios hormonales, una dieta rica en azúcares refinados, una mala higiene oral o el uso de antibióticos.

Es común que este tipo de proceso simbiótico intestinal tenga su eco en otras mucosas del cuerpo ya que la cándida puede migrar hacia áreas como la boca dando una imagen característica de lengua blanca o hacia la vagina generando sensación de picor y quemazón entre otros síntomas.

El tratamiento de esta disbiosis pasará por reducir los factores de riesgo asociados y devolver el equilibrio a la microbiota intestinal.

Qué es candidiasis intestinal

La candidiasis intestinal es una disbiosis que tiene lugar a nivel del tubo digestivo en la que hay una sobrepoblación del hongo candida albicans.

Este sobrecrecimiento en el intestino se debe a diversos fenómenos como:

  • El estrés crónico. Ya hemos comentado en otros artículos de este blog que el estrés crónico no hace sólo referencia a factores psicoemocionales. El sedentarismo, la falta de exposición a la luz solar y el exceso de luz artificial, la carencia de nutrientes o un mal descanso son focos de estrés crónico.
  • Ingesta de antibióticos. El consumo de este tipo de medicación aún siendo necesaria en determinadas ocasiones para combatir procesos infecciosos, altera la microbiota intestinal y facilita el sobrecrecimiento de la cándida a este nivel.
  • Dietas ricas en azúcares refinados e hidratos de carbono de absorción rápida como el arroz, el pan blanco, la pasta o las golosinas facilitarán la proliferación de la cándida ya que este tipo de nutrientes son la principal fuente de energía para este tipo de hongo.
  • Alteración en los niveles de estrógenos. En el caso de existir hiperestrogenismo que en muchas veces viene derivado de situaciones de estrés mantenida, hemos de tener en cuenta que los estrógenos facilitan la proliferación de la cándida y el daño de la mucosa intestinal afectando a la barrera y generando con ello procesos de inflamación de bajo grado.
  • Problemas de tránsito intestinal. El estreñimiento es una de los factores a tener en cuenta en el desarrollo de candidiasis ya que el estancamiento de las heces favorece la proliferación de este hongo en el intestino.

Aún no siendo una causa directa, la presencia de una candidiasis en otra mucosa corporal como la boca o la vagina es un factor de riesgo para padecer candidiasis intestinal.

Todas las mucosas del cuerpo están interconectadas a través del sistema linfático de asociación de mucosas (MALT), así que hay situaciones inmunológicas ocurridas en una mucosa que pueden afectar a otra.

En condiciones normales, las células del sistema inmune generan inmunoglobulina A (IgA) que mantienen a raya a la cándida. 

Una de las consecuencias del estrés crónico es la activación mantenida del eje Hipotálamo- Hipofisario-Adrenal (HPA) que genera cortisol. 

El cortisol es una hormona que actúa resolviendo el proceso inflamatorio pero generado de manera crónica acaba mermando la actividad del sistema inmune.

Esta actividad mantenida y poco robusta del sistema inmune se denomina inflamación crónica de bajo grado en la que se generará una alteración en la respuesta del MALT y mermará la producción de IgA.

Así, tendremos una situación en la que el freno a la cándida que ofrecía la IgA se ha perdido, otros microorganismos del biofilm intestinal se han visto mermados, la barrera intestinal se ha debilitado y permite el paso de la cándida a través de ella.

Esto provoca que pueda llegar a las vías linfáticas para alcanzar y colonizar otras mucosas como la oral o la vaginal.

Candidiasis intestinal síntomas

Los síntomas más comunes que encontramos en personas que padecen candidiasis intestinal son:

  • Hinchazón
  • Alteraciones del tránsito intestinal como diarrea o estreñimiento
  • Problemas de malabsorción intestinal
  • Gases y flatulencias
  • Problemas en la piel como picor, enrojecimiento o eczemas
  • Cansancio 
  • Dolor articular
  • Cambios en el estado de ánimo 
  • Foggy brain o neblina mental, pérdidas de memoria a corto plazo o dificultad para concentrarse

Además de esto, es frecuente que las personas que padecen candidiasis intestinal tengan procesos de disbiosis en otras mucosas como la vagina o la boca, como hemos comentado anteriormente.

En el caso de la vagina los síntomas más frecuentes son cuadros de picor, ardor e inflamación.

En la boca es característico que las cándidas se manifiesten creando una capa blanca sobre la lengua.

Candidiasis intestinal tratamiento

A nivel médico

Convencionalmente, los casos de candidiasis se han abordado a través de la administración de antifúngicos como el fluconazol.

En el campo de la nutrición

Las orientaciones van encaminadas eliminar el consumo de alimentos que supongan una fuente de energía para la cándida como los azúcares refinados y los hidratos de carbono de absorción rápida.

Además, se tienen que incorporar en la dieta:

  • Alimentos antifúngicos como el aceite de coco, la cúrcuma o el jengibre
  • Alimentos prebióticos como el ajo, la cebolla o las alcachofas

Suplementación

La candidiasis intestinal suele responder muy bien a la suplementación con:

  • Berberina
  • Aceite esencial de orégano en combinación con aceite de coco

Psiconeuroinmunología clínica

Apostamos por un enfoque integrativo de la patología en el que se atiende a:

  • Reducir los factores de riesgo que están implicados en el desarrollo de la candidiasis (estrés crónico, antibióticos, dieta, tránsito intestinal…).
  • Refuerzo del sistema inmunológico desde las barreras.
  • Utilizar el alimento como medicamento introduciendo alimentos tanto prebióticos como probióticos, grasas y proteínas de calidad que nos ayuden a recomponer el equilibrio del tracto intestinal.
  • Mejorar el estado del resto de mucosas que se han visto o se pueden ver afectadas por la colonización de la cándida como la boca.
  • Apoyarnos en la suplementación necesaria no solo a nivel antifúngico sino para mejorar la inmunología.
  • Será importante atender al eje cerebro-intestino-microbiota ya que se trata de una vía de doble sentido en la que tanto un factor disfuncional intestinal puede facilitar procesos inflamatorios a nivel cerebral como situaciones de neuroinflamación y estados de alteración emocional facilitan disrupciones en el intestino a través de ese conector que es el nervio vago.
  • En relación a lo anterior, será vital cuidar de esta interacción entre sistemas potenciando la actividad del sistema nervioso parasimpático mediante ejercicios de mindfulness, respiración, riéndonos, cantando y sintiéndonos conectados con un entorno que nos ofrezca arropo y seguridad.
  • Estímulos horméticos e intervenciones de vida intermitente como la hipoxia e hipercapnia, la exposición a frío, a calor, ayuno intermitente y actividad física de diversas modalidades que nos harán más resilientes y mejoran el estado neuro-inmunológico del cuerpo.

Cómo RIBER Salud puede ayudarte con la Candidiasis intestinal

Sea cual sea el caso que atendamos, será imprescindible llevar a cabo una completa entrevista que nos permitirá conocer el “texto” y “contexto” del paciente, esto es:

  • Si existe alguna susceptibilidad genética.
  • Factores de riesgo epigenéticos acumulados a lo largo de la vida
  • Cómo gestiona el estrés 
  • De qué manera condiciona la candidiasis las diferentes áreas de la vida del paciente, desde el apartado emocional, al social o al sexual
  • Explorar qué aspectos relacionados con el estilo de vida que faciliten la aparición de esta enfermedad están presentes

Queremos alejarnos al máximo de los protocolos asistenciales, no todo el mundo debe entrar por un mismo embudo. 

Por supuesto, habrá aspectos básicos comunes en la intervención de la candidiasis intestinal, pero debemos personalizar la intervención y para ello, contar con esta información será vital.

Entender lo que nos ocurre, por qué ocurre, cómo los factores de riesgo genéticos, epigenéticos y aquellos relacionados con estilo de vida condicionan el desarrollo de esta dolencia será un punto imprescindible que es, per se, una intervención terapéutica.

A este apartado, lo llamamos deep learning, y se basa en despertar conciencia y aportar conocimiento al paciente. 

De esta forma, cuando se plantean las intervenciones a realizar, se pueden entender mejor y se reciben de una forma muy diferente a si son “impuestas” sin una explicación previa. 

Estas intervenciones se basan mayormente en hacer cambios en el estilo de vida y es frecuente encontrar ciertas resistencias en ello principalmente en aspectos relacionados con la alimentación o los horarios de descanso. 

Conocer y entender ayuda a derribar las barreras que puedan aparecer y a que el paciente tome liderazgo y sea un agente activo en su recuperación.

Como hemos comentado anteriormente, el tratamiento deberá ser personalizado en cada caso, ya que podemos encontrar casos de candidiasis derivados del estrés, por una mala alimentación o por desequilibrios hormonales.

Cada vez somos más conscientes de que el desarrollo de enfermedades o patologías rara vez es unifactorial. Suele haber varios aspectos que se encuentran y abren la puerta al desarrollo de problemas de Salud.

Por esto, llevar a cabo un completo proceso de valoración y diagnóstico será imprescindible para personalizar cada intervención conociendo qué aspectos están presentes en cada caso.

Propuesta de abordaje para una candidiasis intestinal

A continuación, vamos a describir un abordaje tipo para un cuadro de candidiasis intestinal:

Reducir los factores de estrés crónico 

Pueden ser factores psicoemocionales, psicosociales, por falta de descanso, carencias en la exposición a la luz solar, etc. 

Para ello, será importante analizar cada caso, identificar el factor de riesgo presente en la vida de la persona y explorar las opciones en las que se pueda hacer el menor cambio posible para que apoye al proceso de tratamiento.

Correcta higiene bucal

Atender a la salud oral llevando a cabo una correcta higiene ya que la boca puede ser un foco de sobrecrecimiento de cándida que puede extenderse hacia el resto del tubo digestivo si la función del estómago no es la correcta.

El protocolo que solemos recomendar para una buena higiene oral es:

  • Al lavarse los dientes usar pasta de dientes sin flúor, salvo un día a la semana, lavar los dientes con pasta de dientes con flúor para evitar porosidad en el esmalte.
  • Tras el cepillado de dientes, hacer un enjuague con aceite de coco a la que añadimos una gota de aceite de orégano, tomillo o clavo. 
  • Será importante igualmente pasar el hilo dental al menos tras la última comida del día.
  • Eventualmente, suele recomendarse el uso de algún probiótico oral durante un mes.

Recuperar la barrera intestinal

Se debe recuperar la barrera intestinal que se ha visto dañada por los cambios en el perfil microbiano.

Para esto, solemos plantear un proceso que nos llevará una 8 semanas.

Comenzaremos con la incorporación de lactoferrina y L-glutamina que nos ayudarán a aportar sustrato a la barrera para recomponerse e ir mejorando la microbiota. 

En esta primera etapa será importante igualmente incorporar alimentos prebióticos en la dieta.

En una segunda etapa se incluirán alimentos probióticos como fermentados que nos aporten, por ejemplo, cepas de Lactobacillus que van a ser un gran apoyo antiinflamatorio. 

Del mismo modo, se puede incorporar suplementación probiótica.

En una última etapa, se indicará la suplementación con DHA, Zinc o Vitamina D para mantener un ambiente antiinflamatorio en la barrera.

Alimentación

La dieta juega un papel fundamental en el abordaje de la candidiasis. 

No se trata solo de lo que incorporamos a la dieta sino más bien de qué alimentos es imprescindible que eliminemos o reduzcamos al mínimo. 

Así, algunos alimentos como las harinas refinadas, el pan, la pasta o los azúcares presentes en la bollería industrial pueden no solo facilitar la aparición de un sobrecrecimiento por cándida sino mantenerlo en el tiempo.

Esto se debe a que la cándida utiliza este tipo de alimentos como fuentes de energía. Así que si queremos mermar las fuerzas del “enemigo”, un asedio retirando este tipo de alimentos es una estrategia que nos puede ayudar a resolver el problema.

También se recomienda basar la dieta en grasas, proteínas e hidratos de carbono de calidad como el pescado azul, la carne magra, los huevos, aceite de oliva virgen extra, aguacate y verduras como alcachofas, calabacín, brócoli o espárragos.

Suplementación

Los suplementos en casos de candidiasis estarán orientados hacia dos vertientes.

Por una parte a combatir al propio hongo que está sobrecrecido. Para ello haremos uso de suplementos como la berberina o también podemos incorporar nutrientes a la dieta como la cúrcuma, el ajo, el jengibre o aceites como el de coco y orégano que son específicos para combatir los sobrecrecimientos por hongos en el intestino.

Por otro lado, deseamos crear condiciones que sean óptimas a nivel intestinal, favoreciendo un buen ambiente. Atendiendo a que el estrés crónico es uno de los factores que pueden facilitar la  aparición de candidiasis intestinal, el uso de agentes naturales como la melena de león nos puede ayudar a regular el eje cerebro-intestino-microbiota.

Siguiendo con la micoterapia cuando hablamos de candidiasis derivada de un proceso de estrés de origen psico-emocional de larga evolución,  el reishi puede ser otro gran aliado para ayudarnos a minimizar el impacto de las emociones a nivel intestinal.

Igualmente, todas aquellas intervenciones destinadas a mejorar el tono del sistema nervioso parasimpático serán de gran utilidad en el manejo y tratamiento de la candidiasis. Siendo así actividades como hacer gárgaras, cantar o realizar respiración diafragmática nos ayudarán a aumentar el tono parasimpático.

Vida intermitente

Salir de la monotonía en diferentes aspectos de nuestra vida y exponernos a estresores ancestrales fácilmente reconocibles por nuestra biología como el frío, el calor, la sed, la actividad física de alta intensidad o la hipoxia en una dosis bien ajustada nos permitirá hacer un “reset” en nuestro organismo.

La vida moderna nos aleja de lo fisiológico, de aquello para lo que nuestro organismo está diseñado. 

Así, el sedentarismo, el exceso de ingestas, poner siempre la calefacción cuando hace frío o al aire acondicionado cuando hace calor limita la expresión de aquellos mecanismos que forjan nuestra salud.

La vida intermitente nos acerca a nuestro origen, a nuestra fisiología y supone una estrategia extraordinaria no solo para mejorar cualquier condición de salud sino como agente preventivo.

Si sufres Candidiasis intestinal o dudas si puedes tenerlo, contáctanos, te escuchamos y podemos ayudarte a través de nuestras consultas online.

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