La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista” es una de las lesiones más frecuentes que solemos atender en RIBER Center.
Para abordar una lesión como la de codo de tenista, lo primero que debemos hacer es cambiar la etiqueta de epicondilitis (inflamación en epicóndilo, que es la parte externa del codo) por la de epicondilalgia (dolor en la cara externa del codo).
Con la epicondilitis solo estamos atendiendo a un proceso inflamatorio a nivel de los tendones de los músculos extensores de codo y muñeca.
Cuando utilizamos el término epicondilalgia, abrimos el campo de visión y contemplamos muchas más posibilidades que pueden derivar en un dolor en la cara externa del codo y que no necesariamente cursan con inflamación de tendones.
Algunos ejemplos de lesiones que pueden provocar epicondilalgia son:
- Subluxación de cabeza del radio
- Bloqueo articular en la muñeca
- Lesión meniscal
¿Qué es epicondilitis?
Se trata de un proceso inflamatorio que está localizado a nivel de la inserción de los tendones de los músculos extensores de codo y muñeca en el codo.
En concreto, en la cabeza del radio y en el húmero.
Esta lesión se acompaña de dolor y, en muchas ocasiones, con incapacidad para realizar gestos de prensión como pueden ser coger un vaso.
Una de las causas más frecuentes de epicondilitis es la sobrecarga de la musculatura extensora del codo y muñeca provocada por gestos repetitivos de extensión de codo y muñeca.
A pesar de ello, existen otros factores que pueden desencadenar o acompañar a que se perpetúe un proceso inflamatorio en la cara externa del codo.
A continuación vamos a exponer algunos de ellos:
Subluxación de cabeza del radio
Esta disfunción articular puede generar una alteración en la correcta función de la musculatura extensora y, por ende, facilitar la aparición de puntos de acúmulo de tensión en la musculatura mencionada.
Esta alteración en la función muscular puede traducirse en inflamación si se solicita mucho la musculatura.
Mala irrigación del tendón por compresión de la arteria humeral
En cualquier libro de anatomía podemos observar cómo la llegada de sangre al codo depende de la arteria humeral.
Esta arteria desde su salida del tronco puede encontrar algunos puntos de atrapamiento como el pectoral menor o el tabique muscular entre el bíceps y el tríceps.
Estos atrapamientos pueden llegar a condicionar la correcta llegada de sangre al codo y, por tanto, facilitar procesos inflamatorios.
Bloqueos articulares o hipomovilidades
En concreto a hipomovilidades de articulaciones próximas como la muñeca o el codo que generan un exceso de movilidad en el codo y que cursan con dolor e inflamación.
¿Puedo trabajar con epicondilitis?
Depende del trabajo que realices y del grado de incapacidad que te genere.
Si en tu puesto de trabajo debes solicitar de forma repetida a los músculos extensores de codo y muñeca, esto puede suponer un hándicap por el dolor y la incapacidad que genera el proceso inflamatorio.
Algunos de los gestos laborales que pueden ocasionar dolor en caso de epicondilitis son:
- Teclear en ordenador
- Cargar bolsas
- Levantar cajas
- Atornillar
- Extender mezcla con espátula
- Golpear un revés de tenis
- Pintar pared con brocha
- Y todos aquellos gestos que impliquen cierre fuerte de la mano
En estos casos, nuestro primer consejo va a ser que acudas a un Fisioterapeuta que pueda ayudarte a solucionar tu problema.
En RIBER Center contamos con un equipo de fisioterapeutas especializados en diferentes disciplinas de fisioterapia que pueden ayudarte a poner fin a este problema.
Como medida de urgencia, puedes utilizar una cincha que haga de fulcro en la musculatura extensora que puedes encontrar en cualquier farmacia.
La función de esta cincha es minimizar la fuerza que debe hacer la musculatura para realizar la misma función.
Por otro lado, puedes hacer uso de cremas de calor que faciliten la llegada de sangre a la zona en cuestión y, por lo tanto, aportar alivio y confort.
Curar epicondilitis sin reposo
En los últimos años ha habido un cambio de paradigma en el tratamiento de las epicondilitis.
Hemos pasado del antiinflamatorio de turno y el reposo a un abordaje donde la terapia activa es un componente imprescindible en la correcta recuperación de la lesión y para evitar recaídas.
Existe mucha evidencia científica acuñada en la última década que apoya la terapia activa.
Es decir, el ejercicio como un pilar fundamental en el tratamiento y correcta resolución de procesos de epicondilitis.
Los ejercicios que cuentan con mayor evidencia son aquellos que indican la contracción excéntrica de la musculatura de extensores de codo y muñeca.
A pesar de esto, recuerda que al margen de cualquier técnica o terapia, lo primero es llevar a cabo un diagnóstico completo que nos permita identificar el origen exacto del dolor en el codo.
Una vez llevado a cabo este primer paso y siendo epicondilitis el diagnóstico, podemos orientar el tratamiento con ejercicios excéntricos específicos para la musculatura extensora de muñeca y codo.
No obstante, los ejercicios excéntricos deben ser pautados por un profesional y deben formar parte de un proceso de tratamiento.
Epicondilitis tratamiento
La primera medida a tomar ante la sospecha de epicondilitis es llevar a cabo un completo y correcto diagnóstico.
Este proceso debe constar de los siguientes pasos:
Entrevista
En la que obtenemos información sobre el tiempo de evolución, momento en el que ocurrió la lesión, cómo fue, si ha habido cambios a mejor o a peor en los síntomas, entre otros.
Pruebas de imagen
La más fiable y económica es la ecografía.
A través de la ecografía podemos valorar el estado de los tejidos blandos (músculo, tendón) y ver su comportamiento en movimiento y en reposo.
Del mismo modo, si el ecógrafo dispone de doppler, podemos observar el estado de la vascularización de la zona dañada.
Tratamiento con osteopatía y fisioterapia
El tratamiento con osteopatía para la epicondilitis consta de varios pasos:
Trabajar sobre los nervios que recogen la sensibilidad de la cara externa del codo
Para ello, iremos a su punto se origen en los niveles vertebrales cervicales C5-C6.
Seguidamente, pasaremos a liberar los posibles puntos de compromiso que pueden encontrar estos nervios en su recorrido hasta alcanzar el codo.
Facilitar la correcta llegada de sangre al codo
Para lograrlo debemos estimular los niveles medulares encargados de controlar la vascularización en los brazos.
Se tratará de realizar manipulaciones sobre los niveles vertebrales dorsales D2 – D8 y justo en el punto de unión entre las vértebras cervicales y dorsales.
En estos puntos es donde se encuentra el ganglio cervical inferior al que conocemos también como ganglio estrellado.
Un buen flujo sanguíneo nos va a permitir apoyar el proceso de resolución de la inflamación en el tendón.
Corregir las disfunciones articulares
Debemos comprobar el estado de las diferentes articulaciones que encontramos dentro del complejo articular del codo y en las articulaciones próximas como muñeca, mano y hombro.
Nuestro trabajo como osteópatas pasará por normalizar las subluxaciones y bloqueos articulares que encontremos.
Aliviar la tensión muscular
Por último, abordaremos la musculatura trabajando sobre los puntos de acúmulo de tensión que encontramos en ella y masajeando la zona para lograr una mayor sensación de alivio.
Otras técnicas para el tratamiento del codo de tenista
En ocasiones, el tratamiento con osteopatía debe complementarse con otras técnicas de fisioterapia dependiendo del estado del tendón y los objetivos del paciente.
Estas son:
EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular)
Nos ayuda a regenerar el tendón en caso de que haya alguna rotura o proceso inflamatorio instaurado durante mucho tiempo.
Neuromodulación
Nos ofrece la posibilidad de reducir el dolor.
Readaptación
Se ha desbancado por completo y se desaconseja la pauta de reposo ante epicondilitis ya que esta no cuenta con ningún sustento científico que evidencie mejoría en estos casos.
El proceso de readaptación nos permite llevar a cabo una transición hacia los objetivos marcados llevando a cabo una exposición progresiva a las actividades de la vida del paciente.
Epicondilitis ejercicios
Los ejercicios indicados y con respaldo científico para el tratamiento de epicondilitis son toda la gama de ejercicios excéntricos de los músculos extensores de codo y muñeca.
En los últimos años, ha habido mucha investigación al respecto del abordaje de tendinopatías y se ha evidenciado que los ejercicios excéntricos son, sin lugar a dudas, imprescindibles en el tratamiento y buena recuperación de epicondilitis.
¿Qué aportan los ejercicios excéntricos en epicondilitis?
- Mejora del control neuromuscular y la propiocepción.
- Orientan la correcta disposición de las fibras de colágeno en el proceso de regeneración del tendón.
- Mejora la fuerza de los músculos implicados.
- Ayudan a reducir la inflamación del tendón.
- Ejemplos de ejercicios excéntricos para epicondilitis:
Ejercicio 1
- En posición de sentado, vamos a trabajar sobre una epicondilitis del codo derecho.
- Apoyamos el antebrazo derecho sobre nuestro muslo derecho.
- Cogemos un peso de 1-2 kg aproximadamente con la mano derecha.
- Orientamos la palma de la mano hacia el suelo.
- Desde esta posición, vamos a hacer una extensión de muñeca elevando la mano a la vez que agarramos el peso.
- Una vez hemos llegado al máximo de extensión de muñeca, vamos a ir bajando la mano muy suavemente hasta llegar al máximo de flexión de muñeca.
- Repetir la extensión y flexión de la muñeca como máximo 6 veces.
Ejercicio 2
- En la misma posición de sentado que en el anterior ejercicio.
- Cogemos el mismo peso con la mano derecha.
- En este caso vamos a apoyar la cara externa del brazo sobre nuestro muslo derecho.
- Giramos la muñeca de forma que el pulgar derecho esté orientado al techo.
- Desde esta posición, vamos a elevar al máximo posible la muñeca.
- Iremos bajando muy suavemente hasta llegar al máximo posible.
- Repetir la elevación y bajada de la muñeca como máximo 6 veces.
Ejercicio 3
- En posición de pie o sentado.
- Coger con la mano derecha un peso de 1 kg.
- Abrir el hombro derecho a 90 grados.
- Desde esa posición, extendemos el codo.
- Vamos a ir flexionando el codo muy suavemente hasta llegar a un ángulo de 90 grados.
- Repetir la flexión y extensión del codo como máximo 6 veces.
Ejercicio 4
- En posición de pie.
- Coger con la mano derecha un peso de 1 kg.
- Palma de la mano orientada hacia el pecho.
- Flexionar el codo al máximo.
- Desde esa posición ir extendiendo el codo muy suavemente hasta llegar al máximo.
Repetiremos estos ejercicios en 3 series de 6 repeticiones cada uno dejando un espacio de 1 minuto en cada serie.
Todos estos ejercicios deben ser supervisados por un profesional.
Recuerda que en RIBER Center contamos con fisioterapeutas especializados en la rehabilitación de lesiones.
Caso tratado en RIBER Center de epicondilitis
Compartimos el caso de una chica que practica crossfit que sufrió una epicondilitis tras un entrenamiento.
Contexto del caso
Recibimos en consulta a una deportista amateur que practica Crossfit 4 días en semana y que se dedica profesionalmente a la carpintería.
Problema que sufre la paciente
Tras un entrenamiento que implicó realizar muchas series de dominadas combinadas con remo con barra, siente dolor en el epicóndilo derecho.
Este dolor le impide poder trabajar ya que no puede coger objetos con la mano ni realizar gestos como atornillar o serrar.
El cuadro de dolor e incapacidad se mantiene desde hace 2 meses.
Exploración
- Llevamos a cabo una primera evaluación con ecografía en la que se hace también una eco doppler.
La ecografía nos vale para verificar que hay un proceso inflamatorio en los tendones el epicóndilo: una epicondilitis.
El doppler nos sirve para corroborar que el proceso de inflamación está activo.
- Contrastamos los resultados de la ecografía con test ortopédicos en los que comprobamos la imposibilidad de mantener una contracción en extensión ejerciendo una resistencia.
- Al testar la movilidad articular del codo y estructuras próximas, encontramos un bloqueo de la articulación húmero – radio.
Palpación
Al realizar la palpación sobre la zona se aprecia calor, inflamación y dolor.
Existe sensibilidad en la región cervical, en concreto en los niveles C5-C6 que son los que se encargan de recoger la sensibilidad de la cara externa del codo.
Tratamiento realizado en RIBER Center
Planteamos un tratamiento para epicondilitis en el que intervienen 3 especialidades de RIBER Center: osteopatía, fisioterapia invasiva y readaptación.
- Con osteopatía, centramos el trabajo en:
– Normalizar la disfunción en la articulación húmero – radial.
– Manipulamos los niveles cervicales C5-C6 encargados de recoger la sensibilidad del epicóndilo.
– Trabajamos sobre la mejora de la irrigación de sangre al miembro superior, estimulando los niveles medulares dorsales superiores y liberando los posibles puntos de atrapamiento de la arteria subclavia y humeral en su recorrido hasta el codo.
– Liberamos los bloqueos en la articulación de la muñeca.
– Tratamos los puntos de acúmulo de tensión de la musculatura.
- Posteriormente, pasamos a aplicar técnicas invasivas:
- Utilizamos EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular) que nos permite generar un estímulo que aumenta el pico inflamatorio para favorecer el proceso de regeneración del tendón.
- Existe una máxima y es que “si no hay inflamación no hay regeneración”. Y cuando hablamos de inflamación nos referimos a una potente.
Si el proceso inflamatorio lleva instaurado dos meses necesitamos un estímulo que nos permita reavivar el proceso y a partir de él facilitar su resolución.
- Complementamos la intervención con una suplementación de ácidos grasos Omega 3 DHA y Vitamina C que nos permiten hacer el cambio de pro – inflamatorio a antiinflamatorio cuando se llega el pico inflamatorio.
Además, la Vitamina C ayuda en la síntesis de colágeno que es la base para que se creen fibras de tendón renovadas.
- Por último, llevamos a cabo un proceso de readaptación:
- El proceso duró 4 semanas ya que es el tiempo básico que cualquier tejido blando como el tendón, necesita para una recuperación completa.
- Durante esas semanas se plantearon inicialmente ejercicios excéntricos que ayudaron a orientar la disposición de las nuevas fibras de colágeno en el tendón.
- La última fase del proceso estuvo orientada a realizar una exposición progresiva a gestos específicos de Crossfit.
Resultados del tratamiento
Para cerrar el proceso, llevamos a cabo una ecografía de control en la que se observó que no había inflamación y que la regeneración del tendón había sido completa.
La paciente pudo retomar el deporte con normalidad, comenzando por cargas ligeras hasta alcanzar su nivel normal de entrenamiento.
En RIBER Center ofrecemos soluciones integrales para problemas que condicionan la vida de nuestros pacientes.
Nuestro compromiso es el de hacer una valoración personalizada de cada caso adaptando nuestros recursos a cada uno de ellos para ofrecer un servicio excelente.
