Síntomas y ejercicios para protusión cervical Antonio Bermejo 14 mayo, 2024

Síntomas y ejercicios para protusión cervical

A nivel de columna cervical, más del 80% de la población presenta algún tipo de protusión.

A pesar de ello, según un estudio realizado por personal médico de un hospital de Barcelona publicado en la Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología publicado en el 2010, se pueden observar hernias de disco cervicales asintomáticas en el 10% de los individuos menores de 40 años y hasta en el 5% de los mayores de 40 años.

Esto debe dirigir nuestro pensamiento a entender que la presencia de una protusión cervical no debe implicar necesariamente la presencia de dolor. 

Dicho de otra forma, ni necesariamente hay dolor si hay protusión cervical y si hay dolor cervical, no tiene que estar directamente vinculado con la presencia de una protusión.

Atendiendo a esto, será imprescindible llevar a cabo un completo diagnóstico diferencial en el que se contrasten los resultados de las pruebas de imagen con los test ortopédicos y sintomatología del paciente. 

Esto nos llevará a entender de una forma más certera cuál es la causa del dolor o cualquier otro síntoma de origen cervical, que puede ser provocado por la protusión o por otros motivos.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta que tanto las hernias como las protusiones a nivel cervical y en otros puntos de la columna vertebral suelen reabsorberse de forma espontánea.

El trabajo con fisioterapia, la actividad física y reducir los factores de riesgo que han llevado al desarrollo de la protusión será importante igualmente para apoyar a este proceso natural.

Protusión cervical 

Se trata de un proceso degenerativo en el disco intervertebral, que es una estructura cartilaginosa que se encuentra entre dos vértebras que permite que estos huesos puedan pivotar en los movimientos de la columna.

En la protrusión, el núcleo pulposo, una sustancia gelatinosa que se encuentra en el centro del disco intervertebral, se abre paso a través del anillo fibroso, que es un tejido cartilaginoso que envuelve al núcleo pulposo.

Hablamos de protrusión cuando el núcleo pulposo no sobrepasa los límites de la vértebra en este proceso de abrirse paso a través del anillo fibroso. 

Por definición, cuando acaba sobrepasando el borde de la vértebra, pasa a definirse como hernia discal.

Las protusiones cervicales son resultado de la presencia de uno o varios factores de riesgo en el paciente.

Factores de riesgo de la protusión cervical

Cuando hablamos de factores de riesgo, nos referimos a todos aquellos agentes que pueden condicionar y favorecer la deshidratación discal y la fragilización del anillo fibroso que en última instancia tiene el desarrollo de la protrusión cervical.

Dichos factores de riesgo son:

Genéticos

Mutaciones asociadas a los genes COL9A2 y COL9A3 provocan fragilidad en el anillo fibroso y limitan la vascularización del disco cervical.

Traumatismos

Accidentes de tráfico como latigazos cervicales, movilización o cargas de objetos pesados y gestos bruscos pueden facilitar daños estructurales en el disco intervertebral.

Tabaquismo

Este hábito acaba por dañar a los vasos sanguíneos que deben llevar sangre al disco cervical.

Otros hábitos de estilo de vida

Sedentarismo o la carencia de actividad física que debilitan la musculatura cervical.

Biomecánica: Hipo – Hipermovilidad

Desde un enfoque biomecánico, la protrusión cervical es una hipermovilidad (zona con exceso de movimiento) como resultado de la presencia de zonas hipomóviles (con falta de movimiento) tanto por arriba como por abajo del nivel en el que se encuentra la protrusión

Por ejemplo, es muy frecuente que las protusiones cervicales sean a nivel C3-C4 ó C5-C6. 

Esto se debe a que hay una tendencia a la fijación de niveles inferiores como el punto de unión entre cervicales y dorsales o entre el cráneo y la columna cervical.

De esta forma, son los niveles intermedios los que se ven expuestos a ese exceso de movilidad compensatoria.

Si atendemos a factores de estilo de vida un hábito que puede facilitar el desarrollo de hipomovilidades como las descritas es una mala postura frente al ordenador con una curva muy pronunciada a nivel dorsal y en la que la cabeza tiende a adelantarse. 

Esta postura crea tanto puntos de fijación cráneo-cervical como cérvico-dorsal facilitando el desarrollo de hipermovilidad compensatoria.

Biomecánica: Captores posturales

Una postura alterada como resultado de una señalización de algunos de los órganos y estructuras que definen nuestra postura puede facilitar el desarrollo de una protusión cervical.

A continuación se describen los principales captores posturales implicados:

  • Pie
  • Oído interno
  • Ojo (Trastornos el ojo vago o los estrabismos)
  • Articulación temporo-mandibular
  • Trastornos viscerales
  • Cicatrices (por ejemplo cicatriz por apendicitis)
  • Espasmos musculares (por ejemplo, en la musculatura cervical alta)

Atendiendo a todos los factores descritos, hemos de entender que la instauración de una protrusión cervical puede darse por la combinación de varios factores de riesgo, además de agentes traumáticos, derivados del estilo de vida e incluso emocionales.

Protusión cervical síntomas

Los principales síntomas de una protusión cervical son:

  • Dolor localizado en el cuello a la altura de la protrusión

Este dolor se debe a un proceso inflamatorio en el disco y, en ocasiones, al contacto y presión del abombamiento discal sobre el ligamento vertebral común posterior.

  • Dolor irradiado. Principalmente hacia hombros, brazos y escápula

El dolor irradiado se debe a procesos inflamatorios facilitados por la liberación de elementos químicos como la Sustancia P que generan inflamación en el disco y en la raíz nerviosa.

La zona de incidencia del dolor irradiado dependerá de la raíz nerviosa que se encuentre comprometida.

  • Alteración de la sensibilidad en brazos y manos como parestesias y hormigueos
  • Pérdida de fuerza en brazos y manos
  • Entumecimiento de la musculatura
  • Dolor de cabeza

Protusión cervical y mareos

Debemos comenzar diferenciando entre un vértigo y un mareo. 

Cuando nos referimos a un vértigo, hablamos de alteraciones a nivel neurológico en concreto sobre el nervio auditivo-vestibular (VIII par craneal) o sobre el oído interno por desprendimiento de un otolito a este nivel. 

El mareo es una sensación de inestabilidad y desequilibrio que se asocia a cambios de posición de la columna cervical y que viene derivada de problemas músculo-esqueléticos a este nivel.

En el caso del mareo de origen cervical, los síntomas más frecuentes son:

  • Inestabilidad y alteración de la marcha
  • Rigidez y limitación de movilidad cervical
  • Dolor de cabeza y cuello
  • Pesadez 
  • Náuseas y vómitos
  • Alteraciones visuales como visión borrosa o la sensación de que todo gira alrededor
  • Acúfenos y palpitaciones

Estudios recientes encontraron que una multitud de receptores de movimiento alojados en las articulaciones, musculatura cervical y los receptores del dolor que se activan en el disco intervertebral cuando está dañado, están relacionados con el desarrollo de mareos y el dolor de cuello.

De esta forma, una de las posibles causas del mareo es la presencia de una protusión que causa una alteración en la musculatura estabilizadora del cuello. 

Esto acaba traduciéndose en el desarrollo de contracturas como última estrategia para contrarrestar la carencia de control cervical.

Estos puntos de acúmulo de tensión y fatiga muscular pueden alterar la propiocepción y el control postural, así como el desarrollo de dolor referido a nivel de la cabeza y la parte superior de la espalda. 

Los cambios que se generan en la musculatura a causa del dolor, alteran la información propioceptiva cervical y esto facilita la situación de desequilibrio.

Al margen de la presencia de una protusión, la artrosis, la compresión de las raíces nerviosas debido a mielopatía o radiculopatía cervical también pueden afectar la transmisión propioceptiva y causar déficits propioceptivos y, por ende, mareos.

En cualquier caso, será imprescindible llevar a cabo un diagnóstico diferencial con otros posibles factores que puedan causar mareo como:

  • Medicamentos
  • Problemas vestibulares
  • Alteraciones cardiovasculares
  • Enfermedad metabólica
  • Trastornos neurológicos
  • Factores psicológicos
  • Alteraciones en la visión.

El tratamiento con fisioterapia y osteopatía combinado con un proceso de rehabilitación suele aportar muy buen resultado en el manejo de los mareos derivados de la presencia de protusión cervical.

Diferencia entre protusión y hernia discal cervical

Cuando hablamos de protusión y de hernia discal, nos estamos refiriendo al mismo proceso degenerativo del disco intervertebral en diferentes estadios de evolución.

Por definición, la protusión es la proyección del núcleo pulposo del disco intervertebral que avanza haciéndose paso a través de las fibras rotas del anillo fibroso del disco. 

Esto genera un efecto masa que produce un abombamiento de esta envuelta fibrosa y sin sobrepasar los límites de la vértebra.

La hernia discal se trata de un proceso degenerativo más avanzado del disco intervertebral en el que el núcleo pulposo avanza a través de las fibras rotas del anillo y llega a sobrepasar los límites del mismo y del reborde vertebral.

En ambos casos se produce una pérdida de altura del disco invertebral que es mucho más pronunciada en hernia discal que en protusión.

Ejercicios para protusión discal cervical

Gato – Camello

El objetivo del ejercicio es movilizar globalmente la columna.

Para ello se harán movimientos en flexo-extensión. 

Para realizar el ejercicio debemos colocarnos en cuadrupedia.

Desde esta posición curvamos la espalda todo lo posible como si quisiéramos sacar chepa a la vez que empujamos con las manos contra el suelo.

Alcanzada la posición máxima, realizaremos el gesto contrario. Es decir, arqueando la espalda a la vez que sacamos pecho y llevamos la cabeza hacia atrás.

La combinación de ambos gestos sería una secuencia.

La propuesta del ejercicio pasa por hacer 4 series de 10-12 secuencias completas.

Movilidad dorsal en rotación

El objetivo del ejercicio es dar movilidad en rotación a la columna dorsal.

Para ello, nos colocamos sentados sobre nuestros talones.

Una mano irá apoyada en el suelo y la otra la colocamos en la nuca de forma que en la posición de partida el codo de la mano de la nuca apunte al suelo.

El ejercicio consiste en girar el tronco en el sentido de la mano que está en la nuca de manera que el codo de esa mano acabe apuntando al techo.

Una vez se haya alcanzado la posición máxima, volvemos girando el tronco hasta la posición de partida.

Esto sería una secuencia completa.

La propuesta es hacer 4 series de 10 secuencias completas, 2 series torsionando el tronco hacia la derecha y otras 2 series hacia la izquierda.

Flexión cráneo-cervical

Nos colocamos tumbados boca arriba.

El ejercicio consiste en realizar el gesto de doble mentón.

Vamos a rodar la cabeza hacia atrás haciendo una extensión cervical de forma que esta sea la posición de partida.

Desde este punto, rodamos hacia delante la cabeza sin perder contacto con el suelo con el objetivo de sacar papada en el punto final del gesto.

Caso tratado en RIBER Center de Protusión cervical

Compartimos el caso de un paciente varón de 48 años que refiere dolor cervical tras sufrir un accidente de tráfico.

Contexto del caso

Recibimos en consulta a un paciente que, tras sufrir un accidente de circulación en el que recibe un impacto posterior, tiene como consecuencia el desarrollo de un cuadro de dolor cervical que ya se extiende por 3 semanas.

Tras el accidente acude al hospital donde se le realizan pruebas de imagen en las que se aprecia una protusión a nivel cervical C3-C4.

Tras visita con el médico recibe el diagnóstico de latigazo cervical asociado a cervicalgia.

Problema que sufre el paciente

Dolor constante en región cervical.

Incapacidad para realizar su trabajo como informático ya que mantenerse mucho tiempo frente al ordenador le genera fatiga y dolor cervical. 

Igualmente, se encuentra limitado ya que trabaja con 2 pantallas y los giros cervicales le despiertan el dolor.

Además, el descanso no es nada reparador porque el dolor no cesa en la noche. Se levanta cansado y esto limita su capacidad de atención y rendimiento.

El dolor, que se extiende por un periodo de 3 semanas, remite levemente con medicación antiinflamatoria y analgésica.

Exploración y palpación 

  1. Dolor a la palpación en la musculatura cervical, especialmente músculos cervicales altos.
  2. Dolor a palpación de vértebras C3, C4 y C5.
  3. Dolor presente en aspecto lateral del cuello y en zona de trapecio derecho principalmente.
  4. Dolor a la flexión, extensión y rotación cervical, especialmente hacia la rotación derecha.
  5. Limitación en la movilidad cervical, principalmente en el giro hacia la derecha.
  6. Estornudar, toser o soplar con resistencia aumenta el dolor.
  7. No existe irradiación del dolor hacia los brazos.
  8. Dolor de cabeza que se presenta al final del día.

Tratamiento realizado en RIBER Center

Planteamos un tratamiento para latigazo cervical con dolor provocado por la protusión cervical en el que intervienen 3 especialidades de RIBER Center: osteopatía, fisioterapia y rehabilitación.

  1. Con osteopatía, centramos el trabajo en:
  • Liberar la tensión de la musculatura cervical alta.
  • Normalización de los puntos de hipomovilidad dorsal y cervical alto.
  • Manipulación sobre el nivel cervical donde se encuentra la protusión.
  • Técnicas de bombeo para facilitar la reabsorción de la protusión.
  1. Posteriormente, pasamos a aplicar técnicas de Fisioterapia:
  • Utilizamos técnicas de terapia manual como el masaje, dirigido a relajar la musculatura que se encuentra contracturada para aportar sensación de alivio y bienestar al paciente.
  • Combinamos estas técnicas con electroterapia a través de neuromodulación superficial. La neuromodulación es una técnica destinada a trabajar sobre el nervio y que nos ayuda a rebajar el nivel de dolor en la zona.
  1. Por último, llevamos a cabo un proceso de Rehabilitación:
  • El proceso duró 3 semanas. 
  • Durante esas semanas se plantearon inicialmente ejercicios de movilidad y propiocepción cervical que nos permiten recuperar el control neuromuscular de la zona, así como ejercicios de fortalecimiento isométricos.
  • En una segunda fase de la rehabilitación nos centramos en ganar fuerza con ejercicios de fortalecimiento con recorrido articular cervical que nos permitió ganar fuerza y resistencia muscular.
  1. Al haber un proceso inflamatorio presente en la zona de la protusión cervical, proponemos combinar el tratamiento con una intervención con suplementación.

En este caso, lo suplementamos con ácidos grasos Omega 3 DHA y Vitamina C que nos facilitan el proceso de resolución de la inflamación.

Resultados del tratamiento

Tras acabar todo el proceso de tratamiento, el paciente refiere una mejoría significativa en cuanto a dolor, movilidad, control y fuerza.

A pesar de ello, se pauta realizar una sesión de terapia manual con osteopatía y fisioterapia 2 semanas después de acabar el proceso de rehabilitación para asegurarnos una recuperación completa.

Igualmente, atendiendo al puesto de trabajo del paciente frente al ordenador, consideramos adecuado educarlo en pautas de higiene postural para prevenir lesiones derivadas de malos hábitos a futuro.

En RIBER Center ofrecemos soluciones integrales para problemas que condicionan la vida de nuestros pacientes.

Nuestro compromiso es el de hacer una valoración personalizada de cada caso adaptando nuestros recursos a cada uno de ellos para ofrecer un servicio excelente.

Referencias

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