El bruxismo es una dolencia muy extendida en la sociedad actual.
Es frecuente ir al dentista y que nos indique que se observa un desgaste en los dientes y que esto puede ser debido a apretar los dientes en la noche.
Es un comentario que puede -o no- sorprender ya que que la persona que duerma con nosotros nos haya dicho que nos escucha rechinar los dientes o sencillamente pasa desapercibido para nosotros.
La “solución” más extendida en el manejo del bruxismo es la propuesta a nivel odontológico mediante el uso de férulas de Mitchell.
Pero no nos engañemos, no se trata de ninguna solución. Es una medida paliativa que tiene como fin evitar el desgaste del esmalte de los dientes.
En muchas ocasiones, los pacientes acaban rompiendo estas férulas por la presión ejercida en la mordida y deben ir sustituyéndolas por otra periódicamente.
El 70% de los casos de bruxismo está asociado a factores de tipo psicoemocional o psicosocial, por lo que se debe tener muy en cuenta este aspecto a la hora de realizar un correcto diagnóstico y tratamiento.
Hay alta evidencia de que el abordaje combinado con fisioterapia y osteopatía – como complemento a todas las técnicas de manejo del estrés psicoemocional- tienen un impacto positivo en la expresión del bruxismo.
Bruxismo qué es
El bruxismo es una manifestación física de una exposición a un agente estresante que se manifiesta a través de la contracción de la musculatura masticatoria de cierre mandibular.
Imaginemos por un instante que acorralamos a un perro contra una pared y nos acercamos a él con un palo ardiendo.
El animal, ante esta situación de estrés que supone un atentado contra su integridad, contra su vida, responde enseñándonos los dientes y tensando la musculatura de su cuerpo.
Al encontrarse en una situación estresante su respuesta es “si tu me atacas, tengo estos dientes y esta fuerza para hacerte daño”.
Esta es una respuesta de lucha-huida (fight/flight) que se genera en el cerebro límbico. En concreto de las amígdalas cerebrales, donde están los núcleos que nos permiten manifestar emociones básicas como el miedo.
En nuestro caso, como seres humanos, la respuesta que podemos dar ante una situación que nos genere estrés es la misma: “enseñar los dientes”.
Y no tiene porqué haber alguien que se acerque a nosotros con un palo ardiendo o nos apunte con una pistola para que aumentemos el tono de nuestra musculatura.
Llegar tarde a una reunión, un examen que se acerca, encontrarnos en una situación no deseada o ante una injusticia, no llegar a fin de mes, discusiones con la pareja, la hipoteca… son estresores que “aprietan el botón”.
Esto quiere decir, que no precisamente debe ser un agente físico REAL el que esté generando esta situación estresante.
Un “simple” pensamiento puede posicionarnos en situación de alerta y generar esta respuesta de “apretar los dientes” conocida como bruxismo.
Por lo general, el bruxismo suele manifestarse en la noche ya que, durante el día, nuestro cerebro consciente se encarga de mantener a raya a los impulsos generados por el cerebro inconsciente.
Cuando dormimos, nuestro cerebro consciente duerme también y es el cerebro basal el que toma el control.
En unos términos más técnicos, ante la presencia de un estrés psico-emocional se activan áreas del sistema límbico.
Estas áreas van a liberar neurotransmisores excitatorios como el glutamato y la dopamina que llegan hasta el nervio trigémino.
Este nervio trigémino (V par craneal) es el que se encarga de inervar a los músculos de cierre de la boca (maseteros, temporales y pterigoideos internos).
En la mandíbula, el glutamato frena la acción de la gamma carboxilasa que, en condiciones normales, interacciona con la osteocalcina que es una hormona que ayuda a la formación del hueso.
De esta forma, ante la presencia de glutamato por una situación de estrés emocional, la osteocalcina no se carboxila.
Esta osteocalcina infracarboxilada:
- Va a inhibir la actividad del sistema nervioso parasimpático (SNP).
- Se va a recaptar a nivel del músculo masetero aumentando la contractilidad del músculo.
- Se recapta en las glándulas suprarrenales facilitando la producción de testosterona.
En definitiva, se va generando un contexto bioquímico que nos prepara para la acción.
Bruxismo síntomas
Los síntomas más frecuentes asociados al bruxismo son:
- Dolor en la articulación temporomandibular (ATM), que se encuentra entre pómulos u orejas. Este tipo de trastornos en la ATM puede venir de la mano de chasquidos en apertura y cierre de la boca y suele confundirse con dolor de oído.
- Desgaste del esmalte dental y en ocasiones se evidencian roturas de la corona dental derivadas de la presión ejercida.
- Rechinar los dientes en la noche.
- Limitación en la apertura oral, principalmente en las primeras horas de la mañana.
- Dolor orofacial provocado por puntos de acúmulo de tensión miofascial.
- Dolor de cabeza.
Bruxismo dolor de cabeza
El dolor de cabeza es un síntoma muy característico asociado a cuadros de trastorno temporomandibulares como el bruxismo.
El dolor de cabeza se debe al desarrollo de puntos de acúmulo de tensión en la musculatura masticatoria como masetero, temporal y pterigoideo interno que dan dolor local.
Es decir, justo en el punto en el que se desarrollan y también referido.
Un dolor referido es un dolor que se manifiesta a distancia de aquel órgano o estructura que por disfunción lo genera.
En la literatura científica nos encontramos con tratados como el de “Dolor y disfunción miofascial” de Travell & Simons en el que quedan bien descritos las zonas de dolor local y referido de la musculatura masticatoria.
Los trastornos de la ATM suelen cursar con dolor y limitación de movilidad cervical y ésta a su vez generar zonas de dolor referido hacia la cabeza.
El dolor referido de estos puntos gatillo en la musculatura suboccipital genera dolor referido en las siguientes zonas:
- A nivel de la sien, entorno a la oreja
- En la región occipital
- Entorno a la fosa ocular
¿El bruxismo se cura?
Hemos de entender que, según exponen algunos autores en revisiones bibliográficas recientes, el bruxismo no es una patología.
Se trata de una conducta resultado de un vestigio evolutivo propio de algunos sujetos especialmente susceptibles a la sensación de amenaza y a la percepción de peligro.
Esto, junto con el componente emocional asociado, dispara el proceso que comienza por inhibir al sistema nervioso parasimpático (SNP) que permite activar el tono del sistema nervioso simpático (SNS) y así poder:
- Ganar reactividad
- Mejorar la fuerza masticatoria de maseteros
- Afilar los dientes a través del rechinamiento
Debemos entender de esta forma que el bruxismo es un mecanismo que nos prepara para defendernos ante una situación de potencial riesgo.
Con dientes más afilados, con mayor capacidad de mordida y con niveles excitatorios altos, seremos mucho más competentes para enfrentarnos a esa amenaza.
El asunto está en que hoy en día, puede que la amenaza no sea algún animal que nos esté acechando para tratar de comernos o una persona que nos agreda físicamente.
Este sentimiento de amenaza puede proceder de estresores de tipo psico-sociales como un entorno laboral tóxico, una relación de pareja convulsa, encontrarse en una situación indeseada o de injusticia etc.
Para resolver el cuadro de bruxismo – al margen de todas las técnicas de terapia manual que podamos aplicar con fisioterapia, osteopatía, suplementación o procedimientos médicos – hemos de atender al componente emocional.
Tratar el sentimiento de amenaza asociado al factor de estrés, así como el perfil inflamatorio del cuerpo, que es lo que inhibe al sistema nervioso parasimpático (calma, regeneración, descanso…) serán dos puntos vitales para curar el cuadro de bruxismo.
Tratamiento bruxismo
En RIBER Center entendemos que el tratamiento del bruxismo debe ser integral ya que existen diferentes factores físicos, emocionales y bioquímicos implicados en la instauración de esta dolencia.
Partimos de la base de que el síntoma es el síntoma, no es el problema.
Y si en el tratamiento nos quedamos en la capa más superficial que es la del síntoma no estaremos aplicando un tratamiento acorde con la naturaleza compleja de la dolencia.
Debemos recordar que la inmensa mayoría de los cuadros de bruxismo están en relación a un estrés psicoemocional o psicosocial de base.
Este estrés genera un flujo de neurotransmisores y hormonas que van a frenar la actividad del SNP, ese botón de “OFF” que favorece procesos como el descanso, la regeneración o la digestión.
De esta forma, se le da vía libre al botón de “ON”, el que nos pone activos y en alerta para enfrentar algún desafío.
Esta situación genera una mayor actividad de la musculatura masticatoria ya que este flujo de hormonas y neurotransmisores va a afectar a:
- Nervio trigémino, encargado de facilitar la activación y contracción de esta musculatura.
- La propia musculatura masticatoria ya que tendrá más facilidad para captar energía para activarse.
El estrés mantenido en el tiempo genera cuadros de inflamación y esta inflamación va a facilitar que la actividad del SNP (botón de OFF) esté dificultada.
El bruxismo generará puntos de acúmulo de tensión (puntos gatillo) en los músculos de la masticación y cierre de la boca que, a su vez, provocan dolor referido hacia diferentes puntos de la cabeza.
De esta forma, el tratamiento del bruxismo debe contemplar varios puntos bien definidos para que sea un tratamiento completo y que atienda a todos los componentes que generan los síntomas:
Tratamiento de los procesos inflamatorios instaurados en el cuerpo derivados del proceso de estrés crónico
Hemos de entender que estas señalizaciones inflamatorias pueden deberse a cualquier foco que dispare procesos inflamatorios en el cuerpo.
Ya sean un estrés de tipo psicosocial o por la ingesta de alimentos altamente pro inflamatorios que generen procesos de inflamación intestinal, por ejemplo.
Para ello, podemos utilizar estrategias como la suplementación con Ácidos grasos Omega 3 DHA o aumentarlo a través de la dieta con alimentos ricos en ello como productos de origen marino.
Manejo del estrés
Existen muchos factores que generan estrés en el cuerpo, desde el bullying, fenómenos psico emocionales generados por emociones como el resentimiento, el odio o la rabia, hasta cuadros de estrés provocados por la falta de contacto social o la falta de luz solar.
Hemos de explorar el contexto del paciente, identificar los focos de estrés y sus recursos para evaluar su capacidad de poner orden aquellos factores disruptivos presentes en su vida que le sitúan en una situación de estrés crónico.
Existen situaciones en las que el perfil de estrés requiere del apoyo de un profesional de la salud mental que ayude a orientar situaciones de dificultad para el paciente.
Del mismo modo, la actividad física de alta intensidad, el mindfulness o el contacto con la naturaleza son estrategias contrastadas que ayudan a rebajar los niveles de estrés.
Estimulación del sistema nervioso parasimpático (SNP)
Para lograrlo, será imprescindible empezar el tratamiento por los dos puntos anteriores.
En situaciones de inflamación y estrés crónico será difícil aumentar el tono del SNP.
Las técnicas de osteopatía craneal y osteopatía cráneo – sacra son de gran utilidad para mejorar la actividad del SNP.
Además de esto, algunas estrategias complementarias al tratamiento del bruxismo con osteopatía son:
- Exposición a baños y duchas de agua fría
- Saunas
- Ejercicio físico de alta intensidad
- Respiraciones diafragmáticas
- Mindfulness
Osteopatía craneal
El abordaje con osteopatía no solo nos servirá para aumentar el tono del SNP sino que es útil para el tratamiento del nervio trigémino.
Esto se hace a través de técnicas sobre la región alta del cuello, bien mediante manipulaciones de alta velocidad que buscan generar un estímulo a nivel del tronco del encéfalo.
O bien mediante técnicas sobre tejidos blandos como la inhibición suboccipital.
Del mismo modo, con osteopatía trabajamos sobre todo el componente craneal liberando las suturas y puntos de fijación articular.
Por último, será importante el trabajo sobre el tejido conjuntivo, las fascias y los nervios.
Fisioterapia
Desde la fisioterapia se nos brindan recursos de terapia manual destinadas al alivio de tensión de los músculos del complejo cérvico- cráneo- mandibular.
Para ello contamos con técnicas de presión mantenida sobre puntos gatillo o puntos de acúmulo de tensión, así como con técnicas de masaje a realizar sobre la musculatura masticatoria.
Igualmente las técnicas de liberación miofascial tienen un efecto muy satisfactorio sobre este tipo de trastorno temporomandibular.
Suplementación específica
Vitamina K2: Nos ayuda a frenar el efecto del glutamato sobre la gamma-carboxilasa para que esta se pueda unir correctamente a la osteocalcina y evite el potencial excitatorio.
Caso tratado en RIBER Center de bruxismo
Exponemos el caso de un paciente con bruxismo que refiere dolor de cabeza y cuello recurrentes.
Contexto del caso
Se trata de una mujer que acude periódicamente al fisioterapeuta por dolor cervical.
El tratamiento con fisioterapia le alivia, pero no acaba de solucionar su problema.
Problema que sufre la paciente
Está cansada de que este dolor sea tan recurrente ya que le limita su vida diaria causándole mareos y le impide tener un buen rendimiento físico y laboral.
Del mismo modo, cuando el dolor se instaura le condiciona mucho en el aspecto de relaciones sociales ya sea con su pareja o con su entorno cercano.
Exploración
Durante la entrevista inicial la paciente nos comenta que sufre bruxismo desde hace años.
Se encuentra en un entorno laboral tóxico en el que la relación con sus compañeros es mejorable.
Esta situación le afecta emocionalmente, ya que se siente en situación de alerta constante.
No tiene un buen descanso y se levanta con poca energía por las mañanas.
Nos comenta sentir mucha rigidez en la mandíbula y en el cuello por las mañanas.
En ocasiones, aprieta también los puños durante la noche, amaneciendo con marcas de las uñas clavadas en la palma de las manos.
Palpación
Al entrar en contacto con la musculatura cráneo – cervical se aprecian varios puntos de acúmulo de tensión en músculos masetero, temporal y trapecio superior.
Se aprecia igualmente limitación en los giros de cabeza y cuello.
Bloqueo de cervicales altas.
Tratamiento realizado en RIBER Center
Plantemos un tratamiento integral en el que abordamos los siguientes puntos:
- En primer lugar, explicamos a la paciente la relación entre su contexto, sus procesos emocionales y la sintomatología que presenta.
- Se plantea reducir los procesos inflamatorios que inhiben la actividad del sistema nervioso parasimpático (SNP).
Para lograrlo hicimos una propuesta basada en:
- Incorporar estímulos horméticos que nos sirven para reducir los procesos de neuroinflamación en una zona del cerebro muy susceptible al estrés crónico: el hipotálamo. Dichos estímulos fueron:
- Hipercapnia
- Hipoxia
- Duchas/baños de agua fría
- Sauna
- Ejercicio físico de alta intensidad
- Aumentar el consumo de hongos y setas variadas y de ácidos grasos Omega 3 DHA en dieta a través de productos procedentes del mar.
- Suplementación:
- Vitamina K2: Nos ayuda a tamponar el efecto del glutamato sobre la gamma carboxilasa para que esta se pueda unir correctamente a la osteocalcina.
- Omega 3 DHA: Como complemento a su ingesta en dieta.
- Terapia manual:
- Osteopatía:
- El abordaje con osteopatía pretende regular la actividad del sistema nervioso vegetativo. Mediante el aumento del tono del sistema nervioso parasimpático a través de técnicas de reequilibración cráneo – cervical.
- Por otro lado, regulamos la actividad del nervio trigémino y, por ende, el tono de la musculatura masticatoria a través de manipulaciones dirigidas a las cervicales altas y técnicas craneales.
- Fisioterapia:
- Aplicamos técnicas de inhibición de la musculatura suboccipital.
- Se tratan los puntos de acúmulo de tensión en la musculatura
- Estrategias de respiración diafragmática:
- Con el objetivo de mejorar el tono del SNP, encontramos en la respiración diafragmática un buen aliado.
- En este sentido, la propuesta a la paciente pasa por:
- Durante el día, encontrar al menos 2 momentos para hacer un ejercicio de consciencia respiratoria.
- Para ello, se necesita parar de hacer lo que se esté haciendo en ese momento y tomar conciencia de su respiración, siendo consciente de cómo el aire entra por la nariz llenando la barriga y sale por la boca suavemente. Tan solo 1 minuto cada vez.
- Al ir a dormir tomar conciencia de la respiración. Contar cuántas respiraciones se hacen en un minuto y los siguientes 5 minutos, tratar de reducir la frecuencia a la mitad hasta quedarse dormida.
- Incorporar ejercicios de Mindfulness guiados.
Resultados del tratamiento
Tras 3 sesiones presenciales, en las que llevamos a cabo técnicas de osteopatía y fisioterapia combinadas y llevando a cabo el resto de pautas propuestas, obtuvimos una mejora importante en los síntomas y en el estado de salud general de la paciente.
Los cuadros de dolor e intensidad han remitido el 80%.
Sólo se manifiestan, aunque con una intensidad mucho más leve, en momentos de alta demanda y exigencia laboral.
Es imprescindible llevar a cabo un tratamiento con un enfoque amplio en casos de bruxismo.
Debemos explorar todos los componentes del síntoma para adaptar el tratamiento a las particularidades de cada paciente.