Fisioterapia invasiva dev 27 octubre, 2023

Fisioterapia invasiva

Clínica de Fisioterapia invasiva y regenerativa en Valencia

¿Qué es fisioterapia invasiva?

La terapia invasiva es una especialidad de fisioterapia que consiste en el tratamiento directo sobre el tejido lesionado a través de técnicas en las que se usan agujas o medios físicos como corrientes que se hacen llegar a la zona lesionada mediante punción con el objetivo de regenerar el tejido dañado. 

Para realizar estas técnicas invasivas nos apoyaremos en imágenes ecográficas en tiempo real que nos permitirán localizar el tejido lesionado, asegurarnos de que la punción se realiza exactamente en la zona que debe hacerse, aportándonos seguridad de no dañar ningún tejido sano que pueda conllevar a lesiones no deseadas, así como valorar los cambios y resultados pre y post intervención.

Dentro de las terapias invasivas, en RIBER Center realizamos 3 técnicas:

  • Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI)
  • Neuromodulación
  • Punción seca

Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI)

¿Qué es la EPI?

Consiste en hacer llegar una corriente galvánica a través de una punción percutánea medida por una aguja en la zona lesionada con el soporte y guía del ecógrafo, que nos permitirá localizar de forma precisa la lesión y realizar la punción exactamente donde debe ser ejecutada salvaguardando la integridad de los tejidos sanos. 

El principio de esta técnica se basa en dar un estímulo en el tejido dañado que el cuerpo no ha conseguido reparar por sí sólo debido a carencias en recursos para ello en el cuerpo o por la toma mantenida de AINES. 

Partimos de la certeza de que sin inflamación no es posible una regeneración. 

Por ello, a través del paso de la corriente galvánica generamos un cambio a nivel interno a través de que se crea un repunte de inflamación llegando a pico en el que debe haber un switch de fenotipo pro inflamatorio a antiinflamatorio en el tejido. 

Este cambio o switch está mediado por sustancias como maresinas o resolvinas (ácidos grasos Omega 3 DHA y EPA, vitamina C…) que deberán suplementarse en el caso de que no se obtengan a través de la dieta para conseguir una mayor efectividad de la técnica.

Este pico inflamatorio mediado por la actividad del sistema nervioso simpático estimula la llegada a la zona de factores de crecimiento que son los que van a abrir la puerta a la fase de regeneración del tejido y posterior maduración que se da en torno a los 7 días tras el pico inflamatorio. 

Este espacio de entrada a la regeneración, maduración y recuperación funcional del tejido está facilitado por la actividad del sistema nervioso parasimpático.

En RIBER Center combinamos la EPI con un proceso de rehabilitación que tiene una duración de 3 semanas. 

Son 3 semanas porque es el tiempo medio que cualquier tejido blando toma para alcanzar una recuperación funcional. 

Durante esas 3 semanas se tiene una sesión personalizada con un fisioterapeuta de nuestro equipo especializado en rehabilitación y readaptación de lesiones. 

El objetivo de estas sesiones que serán una por cada semana del proceso de recuperación es enseñar al paciente los estímulos que deben darse al tejido lesionado para que las nuevas fibras de colágeno que van a ser la base del nuevo tejido regenerado, se dispongan correctamente favoreciendo la creación de un tejido funcional que evite recaídas y dolor.

Tras el proceso de 3 semanas de rehabilitación, se lleva a cabo una ecografía de control en la que se aprecian los avances en la recuperación y podemos hacer una comparativa con las imágenes iniciales para valorar de forma objetiva los cambios en el tejido.

Principalmente recomendamos la aplicación de EPI en alteraciones del tendón, lesiones musculares como roturas de fibras o miositis, ante presencia de calcificaciones, para liberar cicatrices y en  bursitis. 

La fisioterapia invasiva es una disciplina en continuo avance y cada vez son más las investigaciones a nivel científico que prueban la efectividad de la aplicación de técnicas invasivas como la EPI en patologías en las que hasta la fecha no sabíamos que eran aplicable ni el efecto que podía tener. 

En los últimos tiempos se ha investigado mucho sobre su aplicación en alteraciones neurológicas con buenos resultados.

  • Regeneración del tejido
  • Resolución del dolor
  • Recuperación de la funcionalidad
  • Recobrar movilidad en articulaciones

La labor del fisioterapeuta comienza realizando una valoración ecográfica acompañada de la anamnesis durante la entrevista y la ejecución de pruebas ortopédicas para concluir en un criterio final en relación a la dolencia del paciente.

En caso de que se verifique que la dolencia del paciente está en relación con lo que se observa a nivel ecográfico y que dicha lesión es susceptible de tratamiento con EPI, se informará al paciente sobre la lesión explicando lo que se aprecia en imagen. 

Posteriormente se informará de la técnica en sí, en qué consiste, sus beneficios así como del proceso de rehabilitación asociado para obtener resultados favorables y evitar recidivas.

Una vez el paciente acepta la propuesta, se localiza con la guía del ecógrafo la zona lesionada, se introduce una aguja igualmente con apoyo del ecógrafo para realizar la técnica con precisión. 

Y, por último, se introduce la corriente cuya intensidad irá aumentando en base a las sensaciones del paciente y su capacidad de resistencia.

Durante el proceso de rehabilitación el fisioterapeuta guiará al paciente en la ejecución de los ejercicios que más interesan para cada fase de la recuperación diseñando un programa adaptado a los objetivos del paciente.

Tras esta etapa el fisioterapeuta realizará una ecografía de control en la que contrastará el estado del tejido en ese momento con el inicio, previo a realizar la EPI.

La EPI es una gran herramienta que nos sirve como acelerador en el proceso de recuperación de determinadas lesiones. 

Hay patologías en las que solo con las manos o a través del ejercicio terapéutico o la aplicación de otros medios físicos como el calor no responden de manera tan efectiva como con este tipo de técnicas invasivas. 

La virtud está en tener un abanico de posibilidades, un arsenal de herramientas amplio que nos permita dar a cada paciente lo que necesita para paliar o solucionar su problema. 

La EPI en este caso, nos es muy útil para solucionar dolores de larga evolución provocados por tendinopatías, cicatrices, bursitis o calcificaciones.

Las técnicas de masaje manual en combinación con diatermia, permiten regenerar tejidos, aportando calma y bienestar. 

Con esto conseguimos una mejora en la circulación, en la calidad de la piel y mejoría en tejidos musculares.

Para favorecer la regeneración del tejido, evitar retracciones en la cicatriz, ayudar a la eliminación de líquidos, acelerar la cicatrización y la recuperación. 

Es especialmente útil en todo tipo de intervenciones quirúrgicas, desde las traumatológicas hasta la cirugía plástica y en medicina estética.

Algunas de las cirugías más frecuentes en las que la fisioterapia estética ayuda a acelerar y mejorar los procesos de recuperación tras intervención son: 

  • Aumento/ reducción/ mastopexia de mama
  • Lipoescultura
  • Liposucción
  • Blefaroplastia
  • Abdominoplastia
  • Bichectomía
  • Cruroplastia 
  • Cirugía de pómulos y mentón, entre otras.

El objetivo es liberar adherencias aumentando el aporte de sangre y los nutrientes al tejido cicatricial y adyacente, favoreciendo la aparición de colágeno en la zona y permitiendo mayor libertad en el movimiento de tejidos y articulaciones.

Neuromodulación

¿Qué es la neuromodulación?

Es una técnica invasiva en la que se introduce una aguja de manera ecoguiada ya sea a nivel nervioso o muscular, a través de la que se hace pasar una corriente a baja frecuencia para estimular un nervio o músculo.   El resultado de la neuromodulación será doble, ya que podemos destinarla a activar la motoneurona para conseguir un mayor reclutamiento de fibras musculares que nos permitan una mejora en la movilidad, fuerza y control motor.  O bien podemos destinarlo a modular la actividad del nervio consiguiendo un efecto de analgesia.  Además, la neuromodulación juega un papel importante como regenerador del tejido nervioso.
  • Tratamiento del dolor agudo o crónico
  • Neuropatías 
  • Radiculopatías como ciáticas provocadas por hernia discal
  • Activación en caso de debilidad muscular o falta de control neuromuscular
  • Falta de control motor y limitaciones de movilidad articular
  • Patologías de la columna vertebral
  • Atrapamientos en el recorrido del nervio como túnel carpiano o síndrome piramidal
  • Eliminar o disminuir el dolor 
  • Regeneración del tejido nervioso
  • Restablecer la función del sistema nervioso en toda su  dimensión. Esto es, a nivel periférico, central, autónomo, somático, sensorio-motor y visceral
  • Mejorar síntomas de patologías nerviosas como ciáticas, neuropatías o neuralgias.
  • Ampliar el rango de movimiento articular
  • Aumentar la fuerza muscular a través de la mejora de la función neuromuscular, del reclutamiento de fibras musculares y, por ende, mejora igualmente del control motor.

En primer lugar, el fisioterapeuta debe llevar a cabo un análisis de los signos y síntomas del paciente junto con una evaluación manual a través de test ortopédicos que nos den información sobre la causa de la lesión del paciente. 

En caso de apuntar a un problema de origen nervioso, podemos realizar una ecografía para verificar el estado del nervio.

Tras este proceso inicial, pasaremos a informar al paciente sobre la lesión y cuál consideramos que debe ser la medida terapéutica a tomar. 

Siendo la neuromodulación una de las técnicas de elección en este proceso terapéutico, el fisioterapeuta apoyándose en la imagen ecográfica localiza la zona de intervención haciendo una punción percutánea sobre los puntos exactos de intervención. 

Se conectará a las agujas el dispositivo de neuromodulación y se hará pasar una corriente de baja frecuencia a través de ellas.

El terapeuta realizará un seguimiento durante todo el proceso de intervención sobre las sensaciones del paciente modulando la intensidad de la corriente en base a las mismas.

Del mismo modo, el fisioterapeuta puede combinar estas técnicas invasivas con otro tipo de técnicas manuales como las movilizaciones neuro meníngeas que son un excelente complemento a la intervención con neuromodulación, así como otras técnicas de terapia manual como el masaje o la osteopatía.

La neuromodulación es un recurso terapéutico que se convierte en primera técnica de elección en casos de dolor agudo en el que los síntomas del paciente impiden realizar cualquier otro tipo de técnica que implique movimiento o contacto. 

Nos es muy útil para llevar al paciente a un punto de alivio desde el cual podemos realizar otro tipo de intervenciones destinadas a la resolución del problema.

Punción seca

¿Qué es la punción seca?

Es una técnica invasiva que debe realizarse de forma ecoguiada para salvaguardar la integridad de los tejidos sanos y para localizar el punto de dolor miofascial también conocido como punto gatillo.

Una vez localizado se realizan movimientos a través de la mano del terapeuta destinados a liberar la tensión del tejido en cuestión mediante la destrucción de las fibras musculares dañadas. 

Se denomina punción seca porque la técnica se vale solo de una aguja sin medicación o cualquier otra sustancia que se haga pasar a través de ella.

  • Puntos de dolor miofascial
  • Contractura muscular
  • Fatiga muscular
  • Traumatismos
  • Aliviar el dolor
  • Aumentar de la movilidad articular
  • Mejorar de la funcionalidad
  • Ayudar a aumentar el flujo de sangre y oxigenación del músculo
  • Relajar la musculatura

En caso de que el fisioterapeuta decida realizar punción seca como técnica de elección para el abordaje de la dolencia muscular del paciente, el primer paso será el de aportar seguridad a la técnica apoyándose en el uso del ecógrafo para localizar el tejido dañado. 

Posteriormente, se introduce la aguja en el punto exacto de nuevo bajo el apoyo de la imagen ecográfica. 

A continuación, se llevarán a cabo movimientos a través de la mano del terapeuta que irá moviendo la aguja para trabajar sobre la zona. 

La inclinación de la aguja y la profundidad que adquiera la misma irá en función de la zona a tratar.

El fisioterapeuta mantendrá comunicación continua con el paciente que debe reportarle sensaciones, que por lo general suelen ser de espasmo muscular y puede que molestia durante la realización de la técnica y una vez acabada sensación de agujetas.

La punción seca es un recurso muy demandado en los últimos tiempos por los pacientes que visitan nuestras instalaciones. 

Pero como el resto de técnicas se trata de un recurso más que tenemos a disposición para trabajar sobre dolencias de tipo muscular principalmente. 

Nos es de gran ayuda en uno de los motivos de consulta más típicos como es el dolor por espasmo o contractura muscular debido a un mal gesto. 

De esta forma, la punción seca es una vía de abordaje que nos permite aliviar el dolor muscular y que puede complementarse con otro tipo de técnicas de fisioterapia con el fin de mejorar el estado del paciente.

Preguntas frecuentes sobre fisioterapia invasiva

Algunas preguntas y respuestas sobre fisioterapia invasiva que puede ser de tu interés.

No debe ser doloroso. No obstante, el dolor es un concepto real, aunque la experiencia del mismo resulta subjetiva. 

Encontramos a pacientes que nos refieren sensación de cosquilleo, ligera sensación de quemazón, presión y en algunos casos dolor que llega a ser soportable y se resuelve tras las horas posteriores a la ejecución de la técnica.

La primera sesión de fisioterapia invasiva tiene un precio de 60€

En caso de que sea necesario realizar una segunda o tercera intervención, el precio de las mismas es de 50€. 

Depende de la técnica. Por lo general, de la técnica de EPI se realiza una sola sesión y hay casos, los más graves, en los que se debe realizar una segunda sesión. 

En cuanto a neuromodulación la media está en 2 ó 3 sesiones.

Quedarán excluidos de ser tratados con técnicas invasivas aquellos pacientes que tengan miedo a las agujas, alergias a metales, que tengan tatuajes en las zonas a tratar, que presenten patologías como hemofilia, que estén en tratamiento con medicación anticoagulante o que lleven un dispositivo de marcapasos.

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